Historia:

Solo un muro de piedra que forma una pequeña poza de aguas cristalinas queda de lo que fue la primera prisión construida en la Amazonia.

Hoy, de La Penal -como llamaba a la cárcel la gente de los pueblos aledaños y que hoy constituye Cumandá- solo hay recuerdos y los testimonios que convivieron con los convictos o penados, como se les conocía en aquel entonces.

En las inmediaciones de la antigua prisión se formó un poblado al que llamaron Colonia La Penal, que ocho años después se transformaría en la parroquia Cumandá, perteneciente al cantón Palora de la provincia de Morona Santiago. Esto sucedió inmediatamente.

El Estado adjudicó las tierras a cerca de 10 familias de la Sierra, que se lanzaron a poblar la Amazonia.

Mientras por una parte nuevas casas de madera se levantaban salpicadas entre la selva, por otro lado las cabañas de los presos se iban deteriorando y así se silenciaban para siempre los únicos testimonios de su paso por esas tierras.

Hoy, un camino lastrado y un puente colgante sobre el río Pastaza llevan hasta ese mismo lugar, que se llama Cumandá, en honor a la novela escrita por Juan León Mera en el siglo XIX.

Aunque sin certezas históricas, en la zona muchos creen que este punto geográfico coincide con aquel que describe el escritor ambateño en su narración. Tanto la aldea que habita la bella Cumandá en la novela, como la parroquia Cumandá están muy cerca de las playas de los ríos Pastaza y Palora.

A la gente le gusta imaginar y decir que en ese lugar Juan León Mera se inspiró para dar vida a su ficción.

Un viejo puente de roble sobre el río Santa Cruz marca el inicio del poblado, cuyas casas de madera reemplazaron los techos de hojas de palma por los metálicos.

Aunque 100 personas viven en el centro de la parroquia, la primera impresión es que el pueblo ha sido abandonado. Durante la mañana todos salen a sus fincas y recién al mediodía la gente vuelve, a caballo, a sus casas.

En la Actualidad...

En los recuerdos de sus habitantes solo quedan grabados los tiempos de bonanza del cultivo de la naranjilla, plátano y caña de azúcar.

Luego, problemas de comercialización obligaron a muchos habitantes a abandonar el poblado y asentarse en Baños, Ambato o Puyo.

Hoy los lugareños quieren rescatar el valor histórico de la parroquia Cumandá para proyectarla como un lugar turístico. Su imponente paisaje amazónico, enclavado en medio del Parque Nacional Llanganates y del Sangay, seguro ayudará en este propósito.

Mera es parroquia desde el tres de julio de 1904. Cumandá, desde el 10 de febrero de 1960. Ambas hacen honor al escritor ambateño.

Acceso:

Para ir a Mera se parte desde Ambato por la vía Baños-Mera-Puyo. Desde Baños a Mera se recorre una distancia de 65 kilómetros y desde este cantón a Cumandá alrededor de 10 km. Hay camionetas de alquiler.

Desde el Mirador de Sigcha en la misma carretera se observa a Cumandá al otro lado del río Pastaza.

Fuente:

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